Durante los lapsos de tiempo que territorios de la actual Venezuela permanecieron bajo el control de la administración española, en los aspectos fundamentales se respetó la estruc tura formal de las instituciones coloniales anteriores a 1810. Es decir, se mantuvo la Real Audiencia como órgano de la justicia, la Real Hacienda mantuvo el control de los asuntos administrativos, se conservó la división del territorio en provincias para manejo del control político a través de la figura del Gobernador, Pero a pesar de ello, los acontecimientos que se sucedieron a partir de 1808, y especialmente a partir de 1810, significaron un cambio notable en el modelo que venía funcionando.
La geurra hipertrofió de manera inmediata la importancia y el peso de las autoridades miliatres dentro del conjunto de las instituciones; y se introdujeron reformas parciales para afrontar determinados aspectos de la nueva coyontura política y social. Por ambas vías se alteró el anterior esquema de control de poderes y autonomías parciales de unas instancias con respecto a otras. Simplemente, instancias como los Cabildos, perdieron definitamente su capacidad para servir de contra peso efectivo en el ejercicio del gobierno en las localidades y regiones. Incluso, las instrucciones dadas a Morillo le permitieron suspender por un año el funcionamiento de la Real Audiencia ( de mayo ade 1815 a mayo de 1816) para sustituirla por un Tribunal de Apelaciones para las causas civiles, y por Consejos de Guerra permanentes para los juicios miliatres.
La hipertrofia de las autoridades militares puede entenderse en dos sentidos. El primero, con una inédita militarización d la vida cotidiana por efecto del crecimiento de los ejércitos y milicias, tanto por la llegada de ejércitos de ocupación (caso del ejército expedicionario) como por la incorporación de la población autóctona a la guerra. El segundo, a que, por efecto de la guerra, se apuntaló el poder efectivo de las autoridades miliatres que se convirtieron en figuras clave de la vida política nacional. Por otro lado, la confluencia de factores sociales en el conflicto independentista introdujo un nuevo elemento en la configuración institucional del país, al poner a la cabeza del poder político y militar a figuras que descollaban más como estrategas miliatres o por su carisma personal, que por habilidades netamente gubernativas. Esta situación tendió a reforzar las redes institucionales informales y a debilitar las fuentes de poder tradicional. Tendencia que por lo demás, afectó tanto a los territorios bajo control realista como patriota.
Las instituciones coloniales no descansaban tan solo en el cuerpo de funcionarios y Secretarías instaladas por los representantes de España en suelo americano. Eran también, y sobre todo, toda esa serie de normas, comportamientos y costumbres que establecían un lugar para cada grupo étnico, y un lugar para cada grupo social. Por ejemplo, en el momento en que el conflicto político se traslada al terreno social, y se plantea la igualdad de los hombres ante la ley como principio fundador de una nueva nación; o la aspiración de la libertad de los esclavos, o de extender a los pueblos indígenas el modelo republicano, se ataca el sistema estamental y se tambalea una parte fundamental de la armazón cultural e ideológica sobre el que descansaba el orden social.
Recopilador histórico. Julián Viso Rodriguez.
Autora: Adriana Hernández Castillo.
Texto: La Independencia de Venezuela. Historia Mínima. Editorial Exilibris. Caracas. Julio 2004.
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